Los seres humanos estamos biológicamente preparados para cuidarnos unos a otros, para cuidar la especie, y también para educar para la felicidad en perspectiva, la que incluye a los demás, porque evolucionamos en grupo, aprendemos en grupo.
Es imprescindible enseñar a niños y adolescentes a lograr conexiones sociales positivas, para que desarrollen sus talentos, y también para que logren una buena salud y bienestar interior; lo que tendrá como consecuencia que puedan poner en marcha todo el potencial siendo cada vez más conscientes de sus capacidades.
Es obvio que educar para la felicidad en perspectiva implica otro modo de entender la educación y exigie mayores dosis de creatividad, otro tipo de desafíos tanto en las familias como en las aulas; pero no hay otra opción. Porque hoy sabemos cómo influye en los aprendizajes el ambiente, sabemos que cada ser humano tiene una forma particular de aprender; que niños y adolescentes pueden ir descubriendo de qué modo aprenden a medida que crecen, así como la importancia del movimiento y de las conexiones armónicas con los demás para aprender mejor.
Evidentemente queda mucho por investigar aún, incluso desde el conocimiento de la biología en relación al aprendizaje, y desde las neurociencias, la ecología, o la epigenética… Pero también es mucho lo que ya sabemos, y a medida que examinamos las pistas que la investigación proporciona acerca del aprendizaje, hay también mayor evidencia de qué aspectos educativos urge empezar a cambiar.
Padres y profesores hoy tienen el desafío no sólo de saber cómo funciona anatómicamente el cerebro sino cómo aprende, cómo influye la actitud del adulto en los aprendizajes, o cómo el estrés lo frena.
Educar para la felicidad en perspectiva, por lo tanto, implica educar la inteligencia social, y el autoconocimiento, ayudándoles a niños y adolescentes a percibir sus talentos para relacionarse mejor en una sociedad cada vez más veloz en la que la tecnología está diseñanado el futuro.
Nora Rodríguez.
Pedagoga y escritora.
Fuente: norarodriguez.com